viernes, 29 de junio de 2012

Algo que decirle a Thamar


Respiraste para mí, y aún hoy le quitas el sucio al aire para que yo siga respirando limpio… Dibujaste para mí los caminos más brillantes, elevados, lisos y floreados que pudiste trazar…
Me enseñaste el olor a trementina, la textura de un lienzo…
Me presentaste los colores, el carboncillo y los pasteles.
Me llevaste de la mano a los museos, a la danza de mi infancia…
 Colocaste los matices de las notas  en mi boca y creíste en mí cuando las hice sonar y cuando dejé de hacerlo.
 Llenas de fe absoluta mi futuro y sueñas y soñarás por escucharme reír y sólo eso…
 Me buscaste, me hallaste y te estampaste en mí para llevar enarbolada y orgullosa siempre tu barbilla, que con dicotomía, me recuerda que soy de tu madera… de la madera del Pino más noble.
 Tú que no haces más que quererme y sólo eso, eres la dueña de todos los caminos de orquídeas que pueda sembrar, regar y cuidar.
 Eres la creadora más prolija que podré conocer en esta y todas las vidas…
 Una que se erige sobre sueños alcanzados, sueños luchados con estoicismo, temple y rectitud.
 Yo, que intento dar concepto a mi amor por ti con éstos, los únicos símbolos que he aprendido para hacerlo, siento que sólo podré amarte sin márgenes, sin barreras, sin horizonte, siempre…
 E inevitablemente, terminaré de escribir inconforme, pues ni esta línea ni las anteriores se parecen a lo que mereces leer.
 Te escogí hoy y te volveré a escoger en nuestra próxima oportunidad, para mirar arriba a mi derecha, asirme a tu mano caliente perfumada de ajo y albahaca, y dejarme llevar por los caminos que me quieras volver a llevar…

No hay comentarios:

Publicar un comentario